Un mantra es un fonema místico que se recita mental, semiverbal o verbalmente para invocar-evocar-convocar aquello que el mantra designa, pero que además permite la unificación de la conciencia, la interiorización, la inhibición de los pensamientos y la actualización de energías aletargadas. El mantra hay que recitarlo con atención y acompañando la recitación de un sentimiento positivo.
Un mantra es una palabra sagrada cargada de energía espiritual. La palabra mantra está compuesta por dos raíces sánscritas: man que significa pensar y tra que significa proteger o liberar de la esclavitud impuesta por el mundo de los fenómenos, o de los patrones de pensamiento negativo. Basta con realizar una pequeña recitación con sentimiento y concentración en el significado de un mantra para destruir la negatividad. Revelar la esencia suprema a la conciencia del meditador confiere iluminación y la dicha absoluta.
Los mantras se han codificado y transmitido de maestro a discípulo a través de los años.
La energía del primer sonido, se dividió y se expandió en ondas y con el tiempo se manifestó en forma de cincuenta sonidos articulados. La lengua sánscrita deriva directamente de estos sonidos y, de todos los idiomas, es el que más se aproxima a ellos. El sánscrito también es conocido como la lengua de los dioses. Cada mantra está compuesto por una combinación de sonidos derivados de las cincuenta letras del alfabeto sánscrito y suele ser o un nombre del Absoluto o una fórmula abstracta.
Cuando se repite por un largo período de tiempo, el mantra crea un nuevo esquema energético en la mente, sustituyendo las impresiones negativas por otras positivas. A medida que se va repitiendo el mantra, se estimula el prana de los chakras, con lo que se producirá una liberación de energía de éstos. A su vez, la mente vibra al mismo nivel que el mantra, condición que equilibra y armoniza a la persona que realiza la práctica y eleva su mente a niveles superiores de conciencia.
La teoría sobre el poder de la repetición mántrica sostiene que, mediante la repetición precisa de las silabas del mantra y la puesta en sintonía con su onda, somos reconducidos desde el plano más elemental de los sonidos articulados hasta la energía de la conciencia suprema o poder cósmico.
Repetidos verbal o mentalmente, los mantras nos elevan a un estado donde experimentamos no sólo la felicidad, sino que nos convertimos en la felicidad misma. En eso consiste la verdadera experiencia de la meditación.
La práctica de la repetición mántrica es conocida con el nombre de japa. En la repetición mántrica se suele usar un japa mala, un collar parecido a un rosario que ayuda a mantenerse alerta y sirve para mantener una recitación rítmica y continua.
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