La práctica de la repetición mántrica es conocida con el nombre de japa. En la repetición mántrica se suele usar un japa mala, un collar parecido a un rosario que ayuda a mantenerse alerta, actúa como foco para la energía física, y sirve de ayuda para mantener una recitación rítmica y continua. Está formado por 108 cuentas del mismo tamaño y una cuenta adicional ,el meru o cuenta del Gurú o del Maestro, que es un poco más grande que las demás. Si consideramos que se recita un mantra para cada cuenta, cuando se llega al meru, el japa se ha realizado 108 veces y se ha completado el mala. los dedos no deben cruzar nunca el meru, sino que cuando se llega a él, se debe invertir el sentido en el que hasta ahora hemos pasado de cuenta en cuenta, y se continúa recitando el mantra y moviendo el mala en dirección opuesta. El pulgar y el corazón hacen rodar las cuentas; el índice, que es psíquicamente negativo, no se usa nunca. El mala no debe colgar por debajo del ombligo y debe llevarse alrededor del cuello o envolverse en una tela limpia cuando no se utilice.
Empiece a repetir el mantra con los ojos cerrados y concentrándose en el ajna chakra situado entre las cejas en el anahata chakra del corazón. La repetición no debe ser ni demasiado rápida ni demasiado lenta.
La creencia de no sujetar la cuenta del Maestro o Gurú se debe a un sentimiento de devoción, buena disposición o respeto por el mismo.
El origen de 108 es un número sagrado relacionado astrológicamente a las 12 casas astrológicas, multiplicadas por los 9 planetas en nuestro sistema solar.
Otra teoría (según la casa del Tibet de Barcelona):
El mala o rosario tibetano se utiliza para rezar mantras. Los rosarios tradicionales están formados por 108 cuentas. Este es un número auspicioso para los tibetanos pues 108 son los volúmenes de Enseñanzas que dio Buda y también son 108 los nombres con los que se le denomina al propio Buda. Las cuentas del mala sirven para contar los mantras que se recitan de manera que se pasa una bola por cada mantra que se reza. Los malas que se utilizan para los retiros tienen 111 cuentas. En los retiros se recitan una gran cantidad de mantras y es muy fácil que el practicante se distraiga y pase alguna bola de más. Por esta razón, un mala de retiro cuenta como 100 repeticiones de mantra y se ponen 11 cuentas suplementarias en las que también se recita mantra para subsanar los errores o despistes que puedan haber ocurrido durante la acumulación de mantras en un mala. Hoy en día se pueden encontrar malas pequeños para la muñeca que tienen entre 21 y 27 cuentas, pero estos no son los que se utilizan tradicionalmente para rezar a pesar de ser prácticos para el estilo de vida occidental.
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